Alfajor que lleva de nombre a la marca que lo fabrica. El significado está asociado a la pastelería fina italiana aparentemente. Entonces ¿qué tendrá para ofrecer esta prestigiosa marca en cuanto al producto argentino por excelencia?
👉Packaging: Sobrio pero que hace alarde de sí mismo. Hay que tener mucha valentía y seguridad absoluta para definirse como “El real alfajor argentino”. Es casi una invitación a un reto para comprobar si este alfajor que se hace el galán está en lo cierto, cualquier argentino podría animarse a probarlo y juzgarlo sabiamente.
👉Degustación: Al abrirlo huele bien y tiene una apariencia bastante particular. Ya con solo el primer mordisco se puede definir como un alfajor original con sabores que se alejan del cotidiano apreciándose como fino y elegante. La galletita es tan seca y aireada que le da una agradable sensación granulada que hace al alfajor una experiencia interesante. El baño de chocolate es quebradizo y muy finito, esto ayuda al equilibrio del alfajor, igual me quede con la intriga de cómo sería este delicado alfajor sin que le mezquinaran el baño de chocolate semiamargo. El dulce de leche es correcto pero (siempre hay un pero) parece poco, y remarco con comillas “parece” porque gracias a eso no roba el protagonismo, es un dulce de leche bastante educado y respetuoso de los otros ingredientes.
Honestamente no le tenía tanta fe, creí que me encontraría con un alfajor tipo Havanna, pero no fue así y me sorprendió muchísimo.
💸Puntaje: Casi perfecto 9/10. Lo repetiría porque es simplemente exquisito.
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